Algo raro está pasando ahora que septiembre y octubre se convirtieron en los meses de lluvia y Miami amanece inundado con un sol tímido y un calor húmedo que te come los huesos. Para empezar, el tirano Fidel Castro escribe de viernes en viernes unas Alzeheimer- Reflexiones por lo ajenas que son en analizar la realidad de su país, el mismo país del que no quiere retirarse de la Presidencia; y tal parece que el dictador en su convalescencia post-operatoria, fue poseído de algún cargo mundial que le permite reflexionar sobre la situación internacional meticulosamente y olvidarse que tiene el patio de la casa lleno de escombros, ruinas y hierba muy crecida. Y es que Fidel Castro se me parece cada vez más a un personaje de película de terror, de esos que matan y rematan en la escena final y en el reenganche, -o sea en la segunda, tercera y mil partes más- resurge vivito y coleando como quien mira llover; y ya saben que lo digo por las muchas veces que hemos celebrado su muerte y el muy hijo de mala madre nos paga apareciendo en pantalla cuando estamos en medio de la resaca. Y lo más gracioso, es que enseguida nos conectamos al televisor y aunque nos pasamos todo el tiempo buscando señales que nos prueben que el Diablo está muy mal al borde de la Pelona, seguimos hipnotizados con su figura, para bien o para mal. Ya hasta estoy creyendo aquella afirmación que hizo hace unos años de que viviría 120 más. Horror!
Y vuelvo con mi seguidilla de que algo raro está pasando porque mi abuela está en las mismas condiciones allá en la Habana, con 90 años en las costillas y negada a morirse, estuvo internada en terapia intensiva con un infarto cerebral y casi una sepsis en un pulmón. Nos despedimos de ella, -los que están dentro y los que estamos fuera- pero mi abuela renació de su cama de hospital como aquella ave bíblica y está en la casa bajo el cuidado de mi madre, comiendo como un estibador de puerto, haciendo sus interminables cuentos de siempre sobre la clandestinidad y la lucha revolucionaria, cuidando sus matas en la terraza, reconociéndonos a todos cuando llamamos y recordando, con una memoria precisa, la fecha de cumpleaños de cada miembro de la familia. Igual me alegro por ella por querer aferrarse a la vida porque eso me advierte de lo fuerte que son nuestros genes familiares.
Para seguir conversando con mis sospechas de que algo raro está pasando, vuelvo a las noticias, y recuerdo que el discurso Raúl Castro el 26 de julio pasado en Camaguey fue demasiado crítico, más bien diría que muy lejos de la tónica oficial de loas y celebraciones sobre los logros de la Revolución Cubana a los cuales estamos acostumbrados en estos 50 años. Criticó la situación del país reconociendo que los salarios son bajos y que el principio socialista de distribución sobre la base del aporte personal a la sociedad no funciona -50 años y el derrumbe socialista de Europa necesito el hermano del Fulano para reconocer el error del engendro socialista criollo-, pero no apro ahí, siguió con fuertes críticas al estado de la agricultura y para colmo hasta habló de la posibilidad de cambios estructurales y de conceptos dentro de la Revolución. Según me cuentan, desde ese día no se habla de más nada en la Isla y las especulaciones de lo que está sucediendo en las reuniones a puertas cerradas de los militantes del Partido -entiéndase comunista que es el único Partido permitido- donde siguen discutiendo el dichoso discurso, van de casa en casa y de barrio en barrio, haciendo temer a todos los cubanos de "a pie" -como gustan decirles en el exilio- de que andan cocinando una nueva variante del socialismo criollo, algunos hasta afirman que estará más remendada que la última versión del Coma-Andante cuando inició aquella batalla de rectificación de errores.
De cualquier manera, sigo diciendo que algo raro está pasando ahora que a Carlos Varela le ha dado por dedicarle públicamente canciones a los peloteros Kendry Morales y el Duque Hernández, y hasta se atrevió a hablar de libertad diciendo: "La libertad de los seres humanos nunca puede ser a medias. La libertad es única, y se tiene o no se tiene. Porque si sólo es a media entonces no se tiene verdaderamente", dejando a todos en su concierto de Santa Clara con el miedo reflejado en la cara por el temor de que el espíritu del Che saliera del vagón descarrilado del tren para regañar al trovador irreverente, porque esos comentarios dentro de la Isla se perdonaban en la Casa del Joven Creador o en la Casa de la Música, pero nunca en un concierto multitudinario y mucho menos en Santa Clara, una de nuestras heroicas ciudades.
Y precisamente hablando de ciudades heroicas vuelvo a repetir que algo raro está pasando porque hace unos días en Santiago de Cuba cerca de 300 jóvenes universitarios se tiraron a la calle a protestar por la decisión de separar a las mujeres de los hombres en las becas (para los no cubanos, entiéndase internados) y que al final, lo que comenzó como una protesta contra la mala decisión de la Rectora de la Universidad, la Dra. Zaida Valdés Estrada, terminó en una manifestación enfurecida protestando por todas las carencias económicas de la Universidad: mala alimentación, escasez de agua en los dormitorios y falta de iluminación. Pero la cosa no paró ahí, los estudiantes enfurecidos comenzaron a golpear el carro de la Rectora y al día siguiente se lanzaron a las calles otra vez pero con carteles y consignas pidiendo más apertura en la Universidad, y precisamente en Cuba la palabra "apertura" es considerada mala palabra por lo que todo terminó con un "pase obligatorio" para los estudiantes que al regresar de sus casas, se encontraron con los "segurosos" invandiendo el lugar y la mayoría de los problemas resueltos como por arte de magia, incluso la comida aseguran que ahora es mejor que en los hoteles, pero -siempre hay un pero en cada historia-, también se encontraron con fuertes rumores de expulsión y acusaciones en tribunales para los estudiantes ¿malas cabezas? que incitaron a las masas y en Cuba cuando el río suena con rumores, seguro que las piedras que trae caen sobre alguien. Dicho y hecho, la semana pasada el recinto universitario se tiró a la calle en una "masiva marcha combatiente" presidida por el Primer Secretario del Partido en Santiago de Cuba Misael Enamorado para confirmar que la Universidad seguía fiel a los ideales revolucionarios y segura estoy, que este 'fervor revolucionario espontáneo" es sólo el principio del fin de la rebelión estudiantil santiaguera, aunque mi seguridad confieso, no es 100% segura -y no me importan las redundancias- porque como vengo repitiendo desde el principio en esta conversación esquinera, algo raro está pasando y debe ser por el fenómeno de la Niña que cuentan por ahí que este año nos trae un invierno bien caliente y seguro que ya la noticia tiene a todos muy nerviosos en Palacio, haciendo cábalas detrás de la Raspadura al pie del monumento del Apóstol. Y si no me creen, esperen a ver que pasa porque como dice mi jefe: se verán "errores" y yo sé que algo raro está pasando... digo yo.