De horóscopos y predicciones -disertación frívola y ridícula-

Hace un tiempo leyendo el blog de una socia gringacubiche sobre horóscopos y personalidades, me puse a pensar irremediablemente en los signos zodiacales y la pregunta que se hace mi amiga: ¿nacemos o nos hacemos? Creo que definitivamente nacemos y nos hacemos, porque al final somos un ajiaco de herencia genética, influencia astral, hábitos-familiares-sociales-culturales, manías aprendidas y adoptadas, adicciones, y cuanta mierda buena o mala se nos pegue por el camino.

Por ejemplo, y repito lo que siempre digo, nací en una familia totalmente "integrada" al régimen castrista donde mi fecha de nacimiento era sólo eso, mi fecha de nacimiento para celebrar mi cumpleaños con el cake que me tocaba -entonces no sabía ni que uno podía escoger la decoración del cake-, la ensalada fría que invariablemente hacia mi madre o mi abuela, las croquetas que todavía persigo por este Mayami, los pastelitos de guayaba cada vez más escasos, y los refrescos "negros" y "matervita" en botellas de cristal gastado, nada más. No sabía que la fecha de nacimiento podía estar conectada a los astros, las estrellas, los planetas y el Universo. La constelación Tauro era sólo una agrupación de estrellas que pude haber visto alguna vez en el Planetario de la Academia de Ciencias, si es que alguno de los guías hizo énfasis en su importancia. No conocía que eran los signos zodiacales, el ascendente, las casas, la carta astral y mucho menos Walter Mercado.

Supe "conscientemente" que era Tauro cuando entré a estudiar teatro y me di cuenta que mi socia Mylene leía cuanto horóscopo le cayera en la mano, contagiándome con su adicción por esas lecturas. La primera vez que leí como era la personalidad de un Tauro me quedé "choqueada", porque fue como una "epifanía", quien lo escribió me había retratado casi al 100% y me conocía de primera mano, de eso estaba segura.

Después me enteré que había un horóscopo chino y que yo era Perro. Al leer las características del Perro, ahí si dejé el medicamento de la epilepsia a un lado y comencé a convulsionar con espumita y todo, porque descubrí -tal y como le comenté una vez a la Ingrid- que yo era algo así como un ser mitológico: Perro con cuerpo de Toro, o un Toro con cuerpo de Perro, ya ni sé, pero de que tengo de los dos, ¡tengo!! Y además, definitivamente tengo un ascendente medio loco porque hay algo por ahí que sirve de motor "acelerante" para mi Toro, o debe ser que mi perro es muy callejero que se la mete de aventuras en aventuras aunque no quiera, y por carambola arrastra al Toro, sacándolo de su pradera y de la sombra agradable de su arbolito.

Estos "descubrimientos zodiacales" me hicieron pensar que algo debe haber de cierto detrás de todas esas predicciones y augurios astrales, porque tantos anormales seguidores no debemos estar muy equivocados. Y como loco llama a loco, invariablemente siempre tengo una socia a retortero que es una fan perdida del tema, con la que intercambio ideas, opiniones, elucubraciones y teorías, y con la que además, "astroanalizo" a cuanto tipo caiga en nuestro radar y tenga más de media hora de importancia en nuestras vidas. Una de ellas es Capricornio perdía como la Carola, y es la que se encarga de demostrarme con su "marcada-personalidad-de-cabrita-loca" que el horóscopo no se equivoca, y que los signos zodiacales son una excelente manera de saber a qué nos enfrentamos, sobre todo cuando tenemos "encuentros de tercera fase" con un hombre nuevo. También, esa amiga siempre me hace pensar todo lo que me espera en el futuro con la Carola, y además, me vuelve muy religiosa porque me la paso rezando para que la Carola tenga un ascendente bien fuerte y cuerdo, para que suavice un poco las locuras y despistes de la cabra.

Porque señores presentes y ausentes, siento decirles que cuando te metes a leer en serio la pendejá zodiacal, y recorres a profundidad la historia del zodiaco árabe, hindú, chino, grecolatino, occidental, y cuanta mierda significativa hay sobre el tema astrológico, te das cuenta que tenemos aquella duda de que si realmente nacemos y nos vamos moldeando por este camino de la vida, como figuritas de plastilina que todo se le pega, haciéndonos la idea de que nos hacemos.

Y regreso a mi Carola, que siempre me sorprende. Como afirmé unas oraciones más arriba, sin dudas la muy cabrona es una Capricornio y como Capricornio es una vieja metiá en un cuerpo de niña, que tiene momentos de verdadera madurez que me agarran desprevenidas y me dejan pensando de dónde saca todo eso. Por ejemplo, el otro día venía manejando camino a la casa, después de recogerla en su clase de danza, y para variar yo iba maldiciendo a cuanto chófer se metiera delante. Carola detrás, supuestamente iba escuchando en la radio "Y100", mientras yo maldecía y vociferaba contra un "imbécil" que no se decidía a doblar o a desaparecer por el maldito hueco de la capa de ozono, y de pronto Carola inmutable y en voz baja, me dice que lo deje tranquilo, que eso forma parte de la diversidad... ¿diversidad? ¿qué coño hace una niña de 8 años hablando de diversidad? Y sin pausa, ni punto y aparte, me metió una perorata aleccionadora sobre la diversidad y sus beneficios. Sólo la miré riéndome por el retrovisor y le dije: "Carola eso de ser Capricornio no tienes que tomártelo en serio, puedes ser una niña normal y corriente de vez en cuando. No hace falta demostrarme que ya tienes 80 años astrales"... pero Carola como siempre, me mira con su cara de sorpresa-mi-mamá-está-loca, y menea la cabeza negativamente a disgusto, dándome por incorregible, al mejor estilo Capricornio, algo así como que las cabras somos muy maduras y mi madre no crece.

Después en la casa en la noche, se paró frente a mí con cara de "madre muy brava" y me gritó: "¡mami apaga el televisor y baja ya, ahora mismo que quiero enseñarte una cosa!!!". Yo puse "mi cara de mamá realmente muy molesta" y le pregunté a qué venía eso, pero la Capricornio no se amilanó, amarró más su cara y me dijo furiosa: "¡estoy hablando en serio!!", hizo transición, se partió de la risa y me dijo: "así tú me dices", pero yo seguí con cara de "madre realmente demasiado molesta", y ella todavía sin amilanarse y riéndose, hizo transición otra vez y me dijo: "mom, te estoy hablando en serio, apaga el televisor que te espero allá abajo", y salió al mejor estilo teatral a esperarme "allá abajo". Ahora pregunto: ¿de dónde coño saca mi hija de 8 años eso, si nunca ha leído su signo zodiacal que realmente dice que ella es así??!!... y ya sé que algunos -los que bien me conocen- empezarán a decir que de tal palo... que de casta... hijo de gato... blablabla... y todo eso es cierto de hecho, pero igual pudo haber salido fuerte, expresiva y mandona como su madre -y como su padre que aportó el otro 50% genético muy parecido al mío-, pero a un estilo más infantil, no como una vieja que tiene la necesidad de intercambiar frecuentemente los roles madre-hija, poniéndose los zapatos de "soy tu madre", algo muy típico de las cabritas-capricornio.

Esto del signo zodiacal y la pregunta de ¿nos hacemos o nacemos? seguía dándome vueltas, porque ya sabemos que como buen toro racional y práctico, cuando está en su sombrita, masticando su pajita, se pone a rumiar pensamientos inquietantes buscando la quinta pata al gato para que todo se acoteje "racionalmente". Asi que rumiando y rumiando con el tema, di de cabeza contra un artículo sobre la posibilidad futura de hacer "humanos a la carta" donde se hablaba de poder manipular los genes humanos para hacer personas más listas, y donde argumentaban que la teoría de la inteligencia hereditaria es muy controvertida, porque no sólo es exclusiva de los genes, sino también porque en ella influyen factores ambientales, sociales, culturales y más "ales" y "ales", y donde hasta se sugerían factores climáticos y astrales ¿?... Esto me hizo pensar en Einstein, un Piscis famoso -por cierto están mostrando su cerebro en Londres por estos días-... pero sigo con Albertico, ¿quién conoce sobre los padres, abuelos, u otro Einstein genio? Me imagino que sólo los fans de Einstein que han leído sobre su vida y sabrán de su parentela, pero los otros simples mortales al único Einstein que conocemos es a Albertico, el tipo de la teoría de la relatividad, el de la foto pelúo y con la lengua afuera, el genio. Entonces, este Albertico con 160 de CI  ¿de dónde sacó su genialidad? ¿la heredó genéticamente?... hmmmmmm, no estoy segura 100%!!! Como tampoco estoy segura que Mozart -un Acuario-, heredó su genialidad musical de su padre, un musiquito gris y compositor de poca monta que se ganaba la vida enseñando música.

Les cuento esto porque el artículo sobre biogenética me hizo caer nuevamente en los signos zodiacales y les digo, sabemos por ejemplo que los Piscis son imaginativos, sensibles, soñadores, intuitivos, les gusta el misterio e investigarlo, se pierden en su mente y ensoñaciones sin asumir la realidad, y detestan a las personas pedantes y creídas. Siguiendo esta línea, digo, si Albertico Einstein no hubiera sido un Piscis de pura ley, aunque hubiera heredado la inteligencia y la curiosidad de su padre ingeniero, ¿hubiera llegado a ser uno de los físicos más geniales del mundo? Sólo pregunto porque no estoy 100% segura... o si Albertico hubiera sido un Géminis que entre sus defectos está ser superficiales, inconstantes, de carácter doble, con complejos y contradicciones ¿hubiera descubierto tan brillantemente la teoría de la relatividad? Sigo preguntando porque no estoy 100% segura. Pero me imagino al Einstein Géminis rompiendo hojas y hojas de cálculos porque todos los días piensa diferente y contradictorio, echando palánte y patrás, y los académicos bostezando porque ese Géminis loco no se pone de acuerdo con nada y además, los aplasta con su verborrea -entiéndase muela- sin sentido, porque para muela sin parar, busca a un Géminis.

Ahora vayamos al caso Mozart que es un Acuario y presumen de ser simpáticos, originales, brillantes, independientes y sobre todo divertidos, ¿podemos visualizarlo como un Leo que puede ser un dictador por excelencia al peor estilo del Diablo Castro, y que es el signo más dominante del zodiaco? ¿Se imaginan? Primero no hubiera tenido esa figurita diminuta y enclenque, aunque sí conservaría su bella melena de la cual presumía mucho. Tampoco hubiera sido un borrachín divertido aficionado al billar, porque los Leo juegan a conciencia y responsabilidad como si fuera una tarea del Partido. Y por último, en vez de músico de la corte de Salzburgo, hubiera sido el jefe de las galeras más cruel y mandamás del reino. Eso sí, su famosa  irritación ante cualquier ruido que interrumpía sus interpretaciones, se hubiera convertido en un rugido brutal capaz de petrificar a cualquiera, y su creatividad y extroversión metidas en el molde de un Leo hubieran sido tan nocivas, que hubieran destruido la ciudad completa, y si no me creen, miren nada más lo que ha hecho el León caribeño de los coj... de Fidel Castro.

En fin, que esto de los signos zodiacales y la pregunta de ¿nacemos o nos hacemos? sigue dándome vueltas sin respuestas en mi cabecita de torito-perro, como un tema escabroso y polémico, tanto como lo es la historia de la genética humana y sus herencias. Después de rumiar tanto con la paja en mi boca, como buen toro-perro callejero, decidí que el tema ameritaba una buena tertulia de tabaco y vino de esos viernes de locuras nuestros, donde como dice el poeta: "solo el alcohol convierte en milagro el barro" y cualquier tema en diversión. Y donde también puede suceder de todo, desde que un escorpión-dragón te pique con su aguijón y te cocine a fuego lento en su boca, que una capricornio-puerca caiga en crisis de los '40 y de pronto deteste al amante toro que la hace gozar al filo de la luna, o que un géminis-cabra use su lente para fotografiar las "hay locuras de allá, donde el cuerdo no alcanza, locuras de otro color", y que finalmente al otro día de resaca, esta toro-perro lo escriba todo sin perdón ni censura, mientras su hija cabra-mono dice seriamente: "¿mom sabes que tu lengua es quien domina tu cerebro?", y yo distraída como todo un torito echado en la sombrita, le conteste sin pensar: "a veces, Carola, a veces, pero tranquila que eso lo aprenderás cuando crezcas y veas que los hombres son máquinas hidráulicas que cuando evacuan sangre de una cabeza para otra, logran que su lengua domine el cerebro y los pierda en "hay locuras"... y la cabrita me mire con su cara de sorpresa-mi-mamá-está-loca y menee la cabeza negativamente a disgusto afirmando: “¡mom tú dices cada cosas!!, pero bueno, las cabritas son así, no le gustan las frivolidades y el ridículo   ... digo yo.