Tengo una teoría sobre las personas y la inteligencia, y
mi teoría es tan metatrancosa que empieza de la mano de Dio,
-tranquilos no se asusten que sigo con los mismos
medicamentos-. Aquí empezamos: Dio como todo artista, porque pa mi El
es un artista, creó este "acuaworld" nuestro como su suprema obra de
arte, y como todo artista caprichoso, ideó
que la perfección de su obra estuviera en el conjunto y no en la
particularidad. Por tanto, cada uno
en su imperfección logra encajar en la imperfección de otros, y
todos como piezas de un rompecabezas vamos armando este
"acuaworld" nuestro: la Obra Perfecta de Dio!! Pero como el
tipo de allá arriba tiene una bondad infinita, ideó que cada cual tuviera un "gift" o talento que actuara
como motor que a la vez echa andar el gran motor de su Obra en
una evolución permanente hacia la perfección infinita.
-Sigan tranquilos que tampoco estoy mezclando los medicamentos con el
alcohol-, así cada uno debe
buscar el "gift" que el bárbaro del batilongo le regaló en
esta vida y explotarlo pa ponerlo en función de si mismo y de
los demás pa que este "acuaworld" fluya
en armonía y en espiral!! Y este "gift" puede ser un
gran talento pa la danza, pa cortar el pelo, pa formar una familia numerosa y
feliz, pa la contabilidad, pa hacer reír a los demás o pa
limpiar las calles. Todos somos
excelentes en algo y pa mi la idea de la "no frustración" es
conocer tus limitaciones y explotar tus extensiones. No importa que tu
talento parezca muy insignificante a los ojos de los demás, porque justamente
en la insignificancia, en el detalle, está el "quid" de mantener
la perfección de la Obra de Dio.
Es
como aquel cuento infantil del niño que estaba avergonzado porque su padre
solo ponía tornillos y al final comprendió que si su padre no pusiera
tornillos y no fuera el mejor poniendo tornillos: los
puentes podían caerse, los camiones desarmarse por tornillos mal
puestos, y comprendió que debía estar muy orgulloso de tener un padre
que era excelente poniendo tornillos, algo tan insignificante. Y aquí llegamos
a la inteligencia de las personas, -informo que soy una super fan de
la teoría de las inteligencias múltiples-. Como ya establecí que
el Jefe de la barba descuidada nos hace imperfectos pa’ que entre todos hagamos
la perfección de su Obra, pero como tipo bondadoso nos echa en el
paquetico un gran talento pa algo, entonces ahora digo que El nos equilibra ese gran gift o talento con un gran defecto. Y
tomo el ejemplo de Einstein -y disculpen que vuelva a mencionarlo en un post-,
pero Albertico tiene su encanto. Como todos saben el viejito de la lengua y la
melena fue un genio de la Física, pero ese gift-talento-inteligencia, el
Señor de las alturas se lo equilibró con una estupidez total pa’ la vida y las
relaciones personales. Cualquiera que lea sus cartas personales o investigue
sobre su vida familiar y sentimental, sabrá que era un hombre
muy estúpido pa’ sobrevivir exitosamente en la cotidianidad. ¿Pero se
imaginan a Einstein con ese talento pa’ la Física, que fuera además, un tipo
centrado familiarmente y sentimentalmente, alto, hermoso con
cuerpo atlético, ropa "fachon", corte de pelo a lo metrosexual,
super sociable y divertido siempre jodiendo por ahí con amigos, con
un pene de talla OMG, cara de modelo de calzoncillos...? Ufff, se llamaría
Albertico Dio, y no Albert Einstein, porque ser perfecto significa que eres
Dio!! Y el tipo de allá arriba sabe lo que hace, que pa’ eso es Dio!!...
Y también creo que como todo artista
vanidoso, egocéntrico y excéntrico, Dio no quiere seres perfectos que le hagan competencia y le serruchen
el piso!! Porque volvemos a Albertico Einstein, si el viejito melenudo del
mismo traje hubiera sido como les describí antes, sólo le hubiera bastado
agarrar las "escaleras al cielo" de Led Zeppelin, subir y aplicar pal
puesto del viejo del batilongo, y si hubieran llevado la plaza a votación,
seguro que el judío le quitaba el trono al otro porque Albertico
era estúpido pa’ la vida, pero cuentan que las mujeres se le pegaban
como abejitas a la miel y eso que el Físico no era muy retozón de
alcoba, sinooooo... porque ese magnetismo varonil en el siglo XX te hacía muy
popular en "jai escul" y podías llegar hasta Presidente de
los Estados Unidos!!!
Mi teoría me
ha ayudado mucho a recuperarme después de trechos dolorosos en mi
camino, de separaciones con hombres con un gran talento pero con grandes
defectos difíciles de manejar en la convivencia diaria, pero sobre
todo me ha ayudado mucho a encontrar mi camino cuando ando en
las encrucijadas existenciales y a aceptarme como soy un ser imperfecto en constante
aprendizaje y evolución, porque como bien decía mi socio
Quilombo (EPD): "la culpa no es mía, es de Dio que me
hizo así". Y si Quilombo lo decía, tenía que ser cierto.
Julio
Cesar, alias Quilombo, fue uno de los hombres más inteligentes, analíticos e
instruidos que he conocido. Formaba parte del ecléctico grupo de
amigos que nos reuníamos en la Plaza de Armas de Labana Vieja. Y por
esas casualidades de la vida, era el padre del hijo mayor de una profesora de
vestuario de la Escuela de Teatro donde estudié, y que a su vez estaba casada
con mi profesor de escenografía Calixto Manzanares, un mulato
buenagente y talentoso que todos queríamos. Quilombo siempre llegaba con
libros y papeles bajo el brazo, con su pullover oscuro, sus jeans gastados y su
melena sobre los hombros desordenada, se sentaba en el banco a la sombra,
cruzaba los pies y se recostaba con los brazos sobre la baranda del espaldar pa’
conversar relajadamente de cualquier tema, no importa si fuera
profundo o frívolo, disfrutaba conversar. Lo precedía la leyenda
de haber trabajado en la biblioteca del Seminario de San Carlos y por eso los
temas filosófico-religiosos no lo asustaban, al contrario, le atraían las teorías extrañas
que nos inventábamos, y por eso con él fue de los primeros con quien hablé
sobre mi teoría de las personas y la inteligencia-gift-talento,
-entonces sólo lo llamaba "talento"-. El fue quien me dio el tip de
que este "acuaworld" es la Obra Perfecta del tipo de los altos, y me
hizo verla como la suma de todas las imperfecciones, y metiendo muela,
roncito, café con leche, natilla, té con limón en todas las mesitas
alrededor de la Plaza de Armas, fui moldeando en esas charlas mi teoría.
Recuerdo un día que llegó estrujado y trasnochado, se
tiró somnoliento en el banco y me contó
que había agarrado una tremenda borrachera en el Cristo de Labana con
unos socios y unos "yumas", fue tal borrachera que se quedó dormido a
los pies de la enorme escultura y cuando abrió los ojos en la mañana
lo primero que vio fue los "huevos" de Jesús sobre su cara
y serio sentenció: "nunca había visto a Cristo desde ese
ángulo". La carcajada del grupo se escuchó por Obispo arriba hasta el
Parque Central. Más tarde cuando el cuento había pasado a otros
temas, le dije bajito que la historia era buenísima pero que el
Cristo de Labana tenía un batilongo larguísimo donde era imposible
verle absolutamente nada por ahí pa’ arriba, Quilombo me miró serio y
me dijo: “¡Gallina eres demasiado observadora! Es verdad, no le vi los cojones
al Cristo, ¿pero dime que no era una buena imagen?" Y se echó
a reír con su risa irreverente, porque Quilombo era así, un tipo de
una agudeza cortante y filosa, y sobre todo, de una inteligencia superdotada pa’
escribir y analizar cualquier tema. Cuando murió muy joven, apenas 40 y algo
años de edad, estaba investigando y escribiendo un ensayo sobre
la "turbia" relación entre José Martí y Antonio Maceo,
y cuentan por ahí que había encontrado demasiados
"esqueletos oscuros" entre ellos, que de publicarse el ensayo, seria
demasiado polémico pa’ la figura de los
dos héroes legendarios cubanos
que vendía incesantemente el Diablo Castro, y esas mismas
lenguas afirmaban que por eso la Seguridad del Estado
lo había asesinado y había desaparecido su investigación.
No sé si es cierto, pero lo que si seé es que Quilombo se fue demasiado joven,
y eso socios, forma parte de otra teoría que tengo relacionada con
esta teoría sobre las personas y la inteligencia: el Jefe Supremo cuando ve que alguien se le escapa de las manos con
demasiados "gift", de alguna manera lo saca del camino, porque es
mucha la competencia pa’ El, -y esto también aplica pa’ la vida cotidiana
pa’ cualquiera que tenga poder.- Pero no se asusten que eso lo escribiré
cualquier tarde calurosa de verano cuando la mente me sude agobiada por la
temperatura.
En
estos días que el cibersolar nos ha reunido a todos aquellos
que frecuentábamos la Plaza de Armas, y que planificamos encuentros y
desencuentros, pienso en Quilombo, y me imagino si estuviera
vivo todavía como nos descargaría sobre cualquier tema
metatrancoso de esos que activamos en los chats del cibersolar y con los que
llenamos nuestros muros con comentarios y comentarios. Sobre todo pienso en los
temas que dejé inconcluso con él, los relacionados con los dogmas de fe de la
Iglesia y sus contradicciones-"lagunas", temas que una tarde
empezamos a comentar y que nunca terminamos porque el alcohol era una de sus
debilidades, porque como dije, el bárbaro-creador-de-las-alturas te mete
un gift-talento-inteligencia en tu saquito personal, pero por cada uno te
engancha un gran defecto, y Quilombo como Albertico el Físico judío,
era muy idiota pa’ la vida social. Genios desfasados
socialmente, estúpidos pa’ lo cotidiano, y la única manera
que encontró de luchar contra la sociedad que lo aplastaba en la máquina
de moler carne que era la Cubita de los '80, era convertir en milagro su barro
con el alcohol... ¡pobre genio incomprendido!! Ojalá ande por allá arriba,
intentando levantarle el batilongo al Supremo pa’ mirarle los cojones y así
verlo desde otro ángulo, o quizás está agobiando al Espíritu Santo pa’ que le
explique como es eso del sin pecado concebida que todavía a mis 40
años sigo sin entenderlo!! Puede no ser cierto, pero es una buena imagen
como diría Quilombo (EPD, o no)... digo yo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario