Tengo amigas inteligentes,
muy inteligentes, a las que amo con locura. Y todas en algún momento
de sus vidas han tenido que lidiar con la incomprensión de ser muy inteligentes
en un mundo de machos. Vivimos en el siglo XXI, hay mujeres cosmonautas,
presidentas de gobierno, empresarias millonarias, operadoras de
enormes grúas y hasta constructoras de rascacielos, pero seguimos
viviendo en un mundo de machos. Vivimos en países desarrollados donde
la igualdad de género es venerada, nuestros hombres pueden compartir las tareas
domésticas, atender a los hijos igual que nosotras, y hasta ser padres
solteros, pero seguimos viviendo en un mundo de machos. Y todas nosotras
mujeres inteligentes, en algún momento de nuestras vidas sufrimos la
competencia sin cuartel, lo que llamo "guerra fría de
cerebros", que establece el macho que tenemos al lado compartiendo nuestro
amor y nuestra convivencia. Y sólo voy a hablar de "competencia de
inteligencia", porque si me meto en temas frívolos como
competencia de salarios, títulos académicos o empleos, escribo
una tesis de 50 páginas.
Hace unos días una amiga me comentaba muy triste
que había tenido una discusión con su novio donde él
frustrado le echó en cara muchas cosas de su vida, entre ellas sus estudios
que todavía continúa, su estilo de vida, algunas de sus decisiones,
en fin cosas con las cuales mi amiga se siente a gusto y muy satisfecha. Mi
amiga llegó a la conclusión que su novio tenía envidia -una palabra
que nos pesa tanto hasta para decirla- de que ella llevara una vida que la
hace feliz, aunque no sea la vida "tradicional" a la que estamos
acostumbrados socialmente los del rebaño, y la cual de cierta manera lleva
su novio... y me preguntaba si alguna vez me había pasado algo similar y si
me había sentido tan mal como ella se sintió. ¿Qué les puedo decir?
Me considero una mujer inteligente que además, me encanta leer e
investigar sobre varios temas, y eso hace que tenga archivada
alguna información en mi hardrive cerebral, y también me
considero una mujer pragmática con un poder de análisis por
encima de la media, y digo sin sonrojarme todo esto porque mi autoestima está
muy sana y porque en definitiva, mis dos abuelitas están muertas, ¡así que
me toca halagarme a mi solita! Inteligente nací, la información la he
ido acumulando a lo largo de muchos años, el pragmatismo crudo y rudo lo heredé
de mi madre, y mi poder de análisis me lo han dado tantos golpes,
errores cometidos, e intensas experiencias de vida, y por todo
esto ningún hombre me tiene que hacer sufrir, al contrario, debe
sentirse dichoso de compartir la vida con una mujer así.
En esta etapa de mi vida ya no me hacen daño las
"guerras frías de inteligencia" que establecen los hombres
inteligentes con los cuales me relaciono en un nivel superior al de la amistad.
Pero confieso que hace muchos años, cuando era un poco más joven e inmadura,
sufría mucho por los ataques sinsentido que me hacían los hombres
inteligentes que estaban conmigo, donde algunos hasta me hicieron
dudar de mis capacidades y otros me dejaron huellas dolorosas, como que desde
cerca de 20 años no hago públicos los poemas que escribo, porque tuve un
hombre que los criticaba fieramente y se burlaba de ellos. Resultado que ahora
escribo mis poemas y los encierro en la gaveta de mi mesita de noche sin
compartirlos con nadie, ¡y eso que en una época hasta ganaron premios!
Pero bueno, los traumas son riesgos a los que nos enfrentamos en las
situaciones dolorosas y todos tenemos alguno por ahí escondido.
Con el tiempo
fui encontrándole explicación a esos ataques masculinos que no sólo
vienen de nuestras parejas, sino que pueden hacerlo cualquier hombre que nos
conozca y constate que somos mujeres inteligentes. Ataques que nos pueden joder
el carácter, el empleo, la vida y las relaciones con los demás. Ahora
cuando los recibo, ya no me dañan, así como tampoco les doy la
oportunidad a mis atacantes de entrar en esa guerra irracional, simplemente sus
ataques me dan la confirmación que voy por el camino correcto y que
quienes me atacan, infelices, son unos mediocres inseguros que necesitan aplastarme
para que no brille más que ellos y los haga quedar mal como "machos",
supuesto sinónimo de inteligencia, poder y conocimiento. En sus
estrechas mentes no cabe la idea que exista una mujer que puede ser tan o más
inteligente que ellos, tan o más capaz de ellos, tan o más instruidas que
ellos, y tan o más mucho más que ellos. Sus mentes estrechas los hace ser
inseguros y la única manera que aprendieron de evacuar sus
frustraciones e inseguridades, es haciendo daños a los demás. Porque el
que reprime cuando ve el miedo reflejado en los ojos de sus víctimas, se siente
fuerte y poderoso. Por eso ya no temo los ataques, ni me pliego a ellos, sólo
muestro en mis ojos mi seguridad y disposición de defender lo que
soy: una mujer inteligente, que esos ataques no me dañan mi espíritu, mi
esencia y mi voluntad, aunque admito que sí me complican la vida y me
hacen el camino cuesta arriba más difícil.
Hace mucho tiempo leí un artículo en National Geographic
donde afirmaba que no hay evidencias científicas sólidas y
documentadas de que existieran los matriarcados como su palabra los define:
sociedades o estados de dominación femenina, lo opuesto al
patriarcado. Eso me confirmaba la idea que vivimos en un mundo de
machos, dominación masculina desde que nos unimos humanos a convivir
en sociedad, y por tanto el machismo -en toda la extensión de su
palabra-, es un mal que sufrimos las mujeres desde siempre jamás, y que pasan
los siglos y seguimos sufriéndolo. Y esta certeza, además de mi
dolorosa experiencia con algunos hombres inteligentes que llevó incluso al
desastre total de nuestra relación y me hizo huir en sentido
contrario de ellos, hace que me haya vuelto una experta en el asunto, que
batalle constantemente con este problema y ayude a las mujeres inteligentes que
conozco para que puedan lidiar de la mejor manera con esta
triste situación en sus vida. Créanme que conozco muchos
casos a mí alrededor.
Tengo por ejemplo una
amiga que posee el gift de la
contabilidad, de organizar y planificar eficientemente todo lo relacionado a
eventos, finanzas, archivos, etc., de compañías, pero tiene
una relación con un hombre inseguro y abusivo. Su marido es un hombre
con un importante y vistoso puesto ejecutivo, que gana muy buen dinero y que se
siente el rey del mundo, el macho alfa proveedor de su familia al que hay que
rendirle pleitesía y honor por este estatus. Mi amiga recibe muchos halagos y
cumplidos de sus jefes por su excelente trabajo, se relaciona con
muchas personas importantes de este pueblo cada vez que organiza un evento o
actividad de su compañía, tiene un resumé envidiable para
cualquier secretaria ejecutiva de medio pelo, pero su esposo todos
los días, de una manera u otra, la machuca diciéndole que
es una estúpida, que no tiene cerebro, critica duramente
cada decisión y acción suya, incluso delante de sus hijos y
amigos. Incluso cuando la ve enredada en la planificación de alguna
actividad, la estresa sin motivo creándole crisis domésticas y le
sabotea su trabajo. Mi amiga es muy infeliz aunque proclama al mundo
constantemente que ellos se aman, que son felices y se la pasa ponderando
los méritos y cualidades de su "poderoso e importante"
maridito, y minimizando los suyos propios. Aunque grite esto, yo sé que sufre
mucho, porque cuando la miro a la cara y le veo sus ojitos apagados, sus
arrugas prematuras y la escucho hablar sin parar en un estado febril
de estrés sin pausa ni respiro, mi corazón se encoge. La
veo hace 5 años atrás cuando comenzó esa relación y la veo
ahora, y me parece que han pasado 20 años de guerras por su piel, y
mi corazón se sigue encogiendo. A veces la aconsejo, a veces le
presto mi oreja para que descargue, otras veces mi apoyo, pero sobre todo rezo
siempre porque salga de buena manera de esa relación disfuncional,
por lo menos que tenga un "japi ent", porque la
experiencia también me ha enseñado que este tipo de hombres, termina
en violencia doméstica y hasta matando.
Sin embargo, por ejemplo tengo un amigo, joven y bonito, muy
inteligente e instruido, escritor genial, que vive con una mujer inteligente
pero fea, de la cual no conozco detalles de su vida, pero cuando la miro,
percibo que fue de esas niñas que sufrió por ser el patico feo pero inteligente
del grupo, la impopular con cerebro -y ya sabemos todos lo crueles que pueden
ser los niños y los adolescentes con sus prójimos-. Definitivamente fue la
niña que le "sembraron" el cliché que la belleza física y
la inteligencia no son compatibles, y ella no sabe que las mujeres pueden ser
bonitas y no inteligentes, pero todas las mujeres inteligentes somos bonitas...
en fin, que mi amigo ahora sufre -aunque niega que sufre- porque cometió el
pecado de engañar a su esposa hace algún tiempo, y su esposa como
toda mujer inteligente, lo descubrió pero siguió adelante con
su relación, dejando a mi amigo en "probeichon". O sea que
aprovechó que lo "agarró bajando pa’ aplicárselas todas",
como decían en mi barrio. De alguna manera lo mantiene vigilado y
acosado, recordándole que la engañó y que necesitan recuperar la confianza, y
ahora esta situación donde mi amigo arrastra su
"culpabilidad", lo mantiene anulado y ya no escribe genialmente con
la frecuencia que escribía antes, hace aspaventosas escenas públicas
de admiración hacia cada palabra inteligente que emite su esposa,
delante de ella lanza llamativos discursos halagando sus prominentes neuronas,
sus títulos académicos acumulados, su
vasta instrucción cultural, y prácticamente no habla cuando
ella está presente. Sin embargo cuando ella está ausente y en cierto lugar que
frecuentamos para tertuliar, mi amigo vuelve a la normalidad, a ser el macho
alfa inteligente que presume de ello y se destaca en temas, debates
y diálogos sustanciosos. Mi opinión es que es triste que
una mujer inteligente use una penosa situación de infidelidad en
su relación sentimental para hacerse valer, para ocupar el puesto que
le corresponde por derecho propio y hacerse respetar dentro de
su relación de pareja. Desgraciadamente no es
la única mujer inteligente que conozco que se aprovecha de su marido
en baja, para desquitarse de las dolorosas experiencias y traumas sufridos en
el pasado con otros. Pero bueno, cada cual usa para defenderse, las
herramientas que tiene a su alcance, mi amiga del primer ejemplo usa la
ignorancia con su marido cuando él la ataca, y en los peores momentos lo
contraataca tan fuerte que se forma una verdadera batalla verbal entre ellos
delante de cualquiera, donde se dicen horrores y después hacen las
paces, se regalan flores, carteras, anillos, zapatos y salen a pasear. Mientras
tanto ella se ocupa y se ocupa, ya tiene dos trabajos a tiempo parcial y uno a
tiempo completo, empezó a estudiar para tener su título en
este país, y los fines de semana limpia, lava y trajina en la casa como
una demente, sospecho que para evitar el tiempo libre y no darle oportunidad a
su maridito abusivo de maltratarla. Yo también uso mis herramientas de defensa,
me he vuelto tan egoísta con mi espacio y con mis cualidades que
cuando conozco a un hombre y nada más sospecho que puede maltratarme de alguna
manera porque se da cuenta que soy inteligente y puedo brillar más que él,
simplemente primero disparo a matar y después pregunto si era amigo o
enemigo. Algunos se quedan y resisten, terminando siendo mis buenos amigos,
pero la mayoría huye despavorido, lo cual a la larga me reduce las
posibilidades de una relación sentimental sólida con algún hombre
inteligente, porque definitivamente me he vuelto una irreversible-fiera-celosa-dura-guerrera
con el tema y no dejo espacio a la duda, por si las dudas. Como dice el Joe: ¡una
fundamentalista!!
Porque realmente después de
tantas malas experiencias en el pasado y de situaciones a mi alrededor
atestiguadas, y conociendo a los hombres como los conozco, que no importa lo
inteligentes e instruidos que sean, porque al final llevan en sí los genes
"supremacía del género" que algún día se autoapropiaron, cuando
le dieron el primer mazazo a la mujer para arrastrarla a la caverna,
y se sienten en la necesidad de hacerlos valer en las reuniones comunitarias de
la aldea, prefiero ponerme la coraza y no dejar espacio a la duda, ¡por si las
dudas!!
Y sé que existen los
buenos, inteligentes, racionales, amables, instruidos, cultos, humildes,
halagadores, que disfrutan la compañía, la relación sentimental y el sexo
con mujeres inteligentes, pero esos pocos que he conocido
ya están casados, y ya declaré hace unos post atrás que hombres
casados: caca nene no se toca, ¡animal que no se come!!... así que amigas, como
igual soy una guerrera congénita, les digo que no nos queda de otra que seguir
pálante, seguras de quienes somos y lo que tenemos, amándonos mucho y
amando a quien nos ama sin hacernos sentir que "el que bien te quiere,
te hará llorar". Porque definitivamente no tiene por qué
ser así, y la vida es muy corta para pasárnosla conformándonos con muy
poco. Porque resulta además, que más allá de ese horizonte, hay más pueblo,
y el tipo que tenemos al lado no es como dice mi socia Loipa: ¡la última chupá
del mango!!!
Así que tranquilas,
respétense y háganse respetar, que el mundo es nuestro. Y mientras tanto, recen
por el alma de esos infelices mediocres que nos declaran "la
guerra fría de la inteligencia", y sobre todo, tengan fe que los
hombres inteligentes que respetan y quieren a las mujeres inteligentes, como
dije ya: existen, están ahí, no son extraterrestres y alguno tiene
que estar soltero y esperándonos, sino ¿pa’ qué?!!... digo yo.
Es uno de los Post más brillantes y genialmente escrito que me he leído en lo que va de año. Esto va de cabecita pa' mi Muro del facebook para que muchas amigas que conozco en esta situación, levanten la moral. Yo no, porque yo soy como tú una leona segura de sí misma que ha conquistado su espacio a sangre y fuego y continúa "luchándolo" todos los días.
ResponderEliminarGracia Tenchy, una vez mas, gracias!! Realmente me sorprendiste hoy y me hiciste releer este post que me di cuenta que escribí de "un palo" sin corregir ni revisar, así que esta noche le hago sus arreglitos gramaticales y de puntuación, jajajajaja... en serio, gracias miles!!! Besotes y bendiciones de Madre Agua pa' ti!! )O(
EliminarGracias Tenchy (de nuevo) y gracias Yovana por compartir tan sincera y objetivamente tu sentir. Puedo ser la mamá de ustedes en edad (67 el mes próximo), pero este post me tocó la fibra feminista, humanista, intelectual y espiritual. Casi me parecía haberlo escrito yo, pero con una brillantez de redacción que envidio. Es lectura obligatoria para todas las mujeres: abuelas, madres, hijas, nietas, sobrinas, amigas y hasta vecinas. Todas. Pero además, al leerte Yovana, se reafirma la verdad que llevo en el fondo de mi corazón desde que me relacioné con el primer hombre fuera de mi abuelo (que de todos los que he conocido es el único que valía la pena). Verdad que todos han tratado de devaluar, tergiversar, maniobrar, encubrir y matar, pero que con los años y las vivencias se ha reforzado hasta ser el paradigma de mi existencia. Y que conste que amo a los hombres, soy heterosexual, tuve padre, tengo un hijo y dos nietos, todos sensibles y especiales en su forma, pero de una manera u otra llevan ese gen de supremacía del género que sus antepasados se apropiaron a la cañona. No creo que esa enfermedad social va a desaparecer totalmente antes de que me vaya de este planeta, pero mujeres como tú activan la esperanza. Adelante.
ResponderEliminarGracias Eva por leerme, por tus palabras y por conocerte!!! Claro que seguiremos adelante, mientras existan mujeres como nosotras, hay esperanza!!! Besotes miles y bendiciones )O(
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