Un amigo me envía por
whatsapp un artículo sobre consejos para realizarle al hombre un buen sexo
oral. Mi primera reacción fue preguntarle: "oeeee ¿lo hago tan
mal que me envías consejos?" Mi amigo enseguida se justifica
diciendo que no, que me lo envía porque yo publico "cosas"
en el cibersolar y quizás me interesa publicarlo. Así que
lo tomo por el lado bueno: mi amigo quiere tener un sexo de calidad y ahorrarse
malas experiencias entre sábanas, así que como buen samaritano
ofrece información gratis para educar al pueblo. Y yo como buena muchachita
hice mi tarea y me leí el artículo... porque una nunca sabe lo que aprenderá
ese día. Y por supuesto que con tal artículo en mis manos, llega el debate
entre los socios de la tertulia del tabaquito, que rápido decretan
que las gringas son las reinas en el asunto, y yo herida en mi orgullo
nacionalista empiezo a defendernos, porque no es que les quite mérito a las
gringas, pero es que las cubanas tenemos lo nuestro a pesar de...
Y mi argumento parte que nosotras las cubanas -nacidas,
criadas y crecidas en la Isla después de la hecatombe revolucionaria-
tuvimos mucho sexo
bajo presión porque las condiciones de convivencia allá no te
permiten tener un sexo a todo meter de excelente calidad. O sino que alguien me
explique ¿cómo coño se puede tener preámbuloamoroso-sexooral-penetración-gozadera-orgasmo en un cuarto de barbacoa en una
casa minúscula donde viven tres generaciones juntas: tu abuela (o),
tus padres y tú con tu marido? Si acaso, es mete-saca-mete-saca-mete-saca y ¡no grites cojone que se
despiertan todos! Y eso si tenías un espacio en tu casa, porque normalmente lo
que te tocaba era banco de un parque, Malecón -ese muro bendito
hacedor de tantas generaciones de cubanos-, escalera de edificio, tres horas de
cola en la posada para machacar apurado dos y dale echando,
parte atrás de la guagua de madrugada, oscura parada de guagua, en lo
hondo en la playa disimulando para que no te vean desde la arena, de noche en
los manglares del campismo, aula de la beca, pasillo aéreo,
parte atrás del baño en la escuela al campo... en fin, que si sigo
enumerando creo que los
cubanos tenemos récord de sexo en lugares insólitos, y
cuidado algunos no tengan hasta récord de
eyaculación rápida u orgasmo exprés antes de que los cogiera
alguien. Sin contar los que tienen premios
por convencer al estilo: "dale
mamita déjame meterte la puntica na’ má rápido, dale que nadie
nos está mirando"... porque argumentos para convencer a tu novia con
tal de tener sexo en cualquier sitio, a cualquier hora o bajo cualquier
circunstancia, creo que en Cuba se escuchan los mejores. Y es que en Cuba
no había que darle un beso a un caballo para saber lo que es amor,
o mejor dicho, para saber lo que era tener
sexo en tiempo de dificultades, carencias y período especial. Entonces, ¿cómo es posible que con
esas condiciones podamos nosotras, simples cubanas
nacidas después del 59, ser máster en sexo oral? Es que
creo que lograr que tu novia te hiciera algo rápido para descargarla
sin que ella se llevara algo a cambio, ¡ya era un acto heroico machista!! Y
sino pregunten a las mujeres cubanas que encuentren, cuantos bateos dieron en
su vida porque el novio-marido-amante-templante-socio le pedía chupar
aquello a expensas de que se despertara la abuela que tenía un sueño ligero y
les "pasmara el palo" dejándola a ella "en banda".
¡Que no, que no y que no, que así nadie puede ser máster en
sexo oral!... y por eso nosotras las cubanas nos
especializamos en dar cintura a 1000 RPM, porque mientras más rápido terminábamos los
dos, más seguros estábamos de que nadie nos agarrara en el brinco. ¿A
que sí?
Ahora analicemos a las gringas. Nacen
en un país con libre acceso a la pornografía, -algo que
nosotras las cubanas no tenemos y por eso le metemos empíricamente a
todo, o más bien con prueba y error-. Pero no sólo es que las gringas tengan
acceso a la porno, sino que cualquiera que ha visto un "pellejito"
sabe que lo que más muestran es sexo oral, porque en todos, absolutamente en
todos, hay una tipa con la boca llena que ni siquiera puede decir
"yes". Así que con dos horas de porno al mes, ya tienes para
aprender lo necesario en la chupadera. Otra ventaja es que tienen presidentes conservadores
que promueven la abstinencia sexual entre los jóvenes y un Presidente
que afirmó públicamente que el sexo oral, no es sexo. Así que
si unes abstinencia sexual y "sexo oral que no es sexo", ¿quién
convence a una gringuita que no vaya por el mundo chupando todo lo chupable, si
total aquello no es sexo y cumple con el mandato de abstinencia sexual
proclamada por el tipo de la Casa Blanca? Lo único que les falta es
un presidente que sentencie que la masturbación no es sexo y ya
tendrán la satisfacción necesaria y completa para llegar virgen-de-penetración-vaginal-con-pene
al matrimonio. Otra de las ventajas son los sitios potenciales para tener sexo
con calma que tienen en el Imperio: el carro que manejan desde los 16, las
fiestas cuando tus padres no están, el cuarto del amiguito con el cual
estoy estudiando y que mi mamá me lo creyó, regresé de la escuela y mis padres
no han llegado porque trabajan, discotecas con pila de luces y molote de gente
"volados" como yo, cuartos en la universidad o el college... en fin,
que las gringas la
tienen fácil pal sexo. Prácticamente no tienen que
estresarse con aprovechar "los 10 minutos que tenemos porque la
"pura" fue a la bodega a buscar el pan y nos dejó solos en la
casa", ni mucho menos arriesgar la vida en un alero de una beca intentando
llegar al albergue de las hembras para revolcarte en silencio e invisible en la
litera con tu novia, 15 minutos antes que pase la Teacher de inspección. ¿A qué
no?
No obstante todos mis argumentos, mis amigos de la tertulia siguen
aferrados en dejarles el premio
"La Boca-Lengua de Oro" a
las gringas, después de proclamarlas las Reinas
del Sexo Oral, y yo que no pierdo ni a las escupidas, tomo venganza
publicándoles esta noticia en mi blog: "Las
infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) relacionadas con el sexo
oral son ya la primera causa de cáncer oral (tumores de boca y garganta) en
Estados Unidos, superando al tabaco como primera causa de estas enfermedades en
el país, según afirma Maura Gillison, investigadora de la
Universidad de Ohio." -y aquí pongo música siniestra
de fondo y risita diabólica-
Así que amigas, ya saben, a no ser que las tengan amenazados
con una .45, practiquen el 68 que es más sano –y si quieren saber cuál es el
68, se los cuento en privado-, y si es cubana, enséñele a ese machista-egoísta-egofálico que no hace falta sexo oral cuando se
tiene una batidora en la cintura, o como dice un socito mío, una lavadora a la
que le falta una patica... pero igual no me hagan mucho caso, porque a la hora
de la verdad, todo se vale en una cama, y aquí la que más y la que
menos, termina con la boca llena demostrando que también podemos ser
máster en artes lingüísticas y manuales... digo yo
Me desbarato de la risa, cómo tú crees que puedo lograr un comentario serio de esta manera????
ResponderEliminarsister soy tan experta que ni una gringa el secreto está en no enterrar los dientes,dejo el comentario en anónimo para que no me hagan cola jajjaja La técnica la aprendí con un socito gay que me enseñó su teoría usando un plátano fruta.
ResponderEliminarjajajaja tranquila sister que todas nos volvimos expertas con los años y gracias a Dios, saliendo de Cuba donde afuera hay tiempo pa' todo!!! Besotes "anónima sister"!!
EliminarMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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