Cuento para dormir a Carola cuando la
noche llueve y teme a los rayos
Y
entonces le cortaron las manos para que aprendiera a despedirse
pero
la Reina protestó porque ya no podría
(siempre
protestaba como deporte)
ni siquiera podría hacer las olitas
esas pequeñas intermitentes impausables
y comenzaron a caer las criaturas
marítimas de sus venas desangrantes boqueantes
y la Reina se horrorizó de la masacre
a sus pies húmedos los pies la masacre
ni siquiera su madre la de él pudo
calmarla con nanas en ruso
entonces le pintaron unas manos
grandes brillantes multicolores las manos
pero cuando salía corriendo tras las
eterolánguidas del Frío
tras sus cantos de flirteo se quedaban
solitarias en el lienzo las manos
y era una catástrofe dijo la Reina
masacre catástrofe y sonrió de rima
entonces le hicieron unas de papel
cebolla transparente nítido que encandila
pero las despedazaba agitado
manos rasgadas al menor soplo de brisa
y las criaturas marítimas intoxicadas
de comer el papel agitado despedazado
vino el músico de la Corte y
entretejió unas manos de melodías complejas melodías
porque la complejidad gusta a las del
Frío eterolánguidas viciosas de ferias
dijo él el desmanado porque mutilado
le daba temblores y era suficiente no tenerlas
las manos
y además, la de adjetivos y
sustantivos era ella la Reina
pero las melodías volaron alto como
pajaritos imaginarios porque las nubes eran sexies
esponjosamente sexies y pálidas
así que decidió usar el logos esa zona
activa excesivamente que colgaba de su cuello
(mucho
incluso recordó ella la Reina)
se fabricó manos de logos porque
necesitaba escribir y su computadora era sorda
vivía de escribir recuerdos del pasado
vivía canon le decían amores pasados
pero las criaturas huyeron despavoridas
ante el caudal del verbo
(mucho
incluso volvió a exclamar la Reina)
las criaturas marítimas digo huyeron
despavoridas chakra activo
y las palabras tan liricosas se las
lleva el viento liricosas palabras viento
lo típico
siguió desmanado no mutilado porque ya
pautamos que le daban temblores
y comenzó a agitarse en olitas pequeñas
intermitentes impausables grandes brillantes
multicolores transparente nítidas que
encandilan
porque le daban temblores
sólo porque le daban temblores
la Reina gritó ¿te estás despidiendo? ¿aprendiste?
y del susto logró que se enclaustrara
tímido se enclaustrara de cara a la
pared en su rincón favorito
asustado de vehemencias intensas
vehemencias asustado intensas las vehemencias
(¿era una
redundancia? no sé dijo la Reina)
y la rabia de la ralladura
(así la
llamaba él el desmanado no mutilado)
la rabia le construyó una torre de
gruesas paredes estilo Rapunzel
la rabia le construyó porque él era
desmanado y ya no construía
él no construía desdomesticado
mutilado lo dijo en susurros porque le daban temblores
y se quedó allí eterolánguido en su
rincón de enclaustramiento solo solitario
desmanado mutilado solo solitario
solitario
desasosegado
y cuando escuchaba voces se asomaba al
ventanuco minúsculo se asomaba
y se agitaba en olitas pequeñas
intermitentes impausables grandes brillantes
multicolores transparente nítidas que
encandilan
pero era inútil
nadie lo veía ni aun cuando las
criaturas marítimas brotaban en manatiales
de sus venas desangrantes brotaban y
caian murmullosas por las gruesas paredes
nadie lo veía
ni siquiera los lobos después de
comerse las ovejas aprovechando el tercer intento
del pastorcito travieso
ni siquiera los lobos que satisfechos
aullaban a la Luna
esa que se escondía detrás de la torre
de gruesas paredes estilo Rapunzel
que le construyó la rabia
esa que hacía la Sombra sobre sus
manos inexistentes que no aprendían a despedirse
la Luna la Sombra las manos
inexistentes amores pasados vivía mutilado vivía
pero la Reina recordó el manto tejido
destejido a esperas y lo lanzó hacia arriba lo lanzó
mil veces lo lanzó hacia arriba hacia
el ventanuco de la torre de gruesas paredes
lo lanzó
¿lo salvó? no sabemos aquí estamos
esperando la saga la maldita saga.
Hay que
aprender a despedirse Carola
porque las
despedidas hacen lazos
esas cintas
multicolores que bailan
cuando los
recuerdos nos desasosiegan
y la única
manera de entrelazar los recuerdos
en la canción
de la Vida
es teniendo manos
porque a
veces no hay quien escriba la saga
y nos salve
de la Sombra.